martes, 23 de noviembre de 2010

Día de Rumanía en Elche


El próximo domingo día 28 celebraremos el Día de Rumanía en la Ermita de San Crispín de Elche (Alicante). Dicha fiesta (1 de Diciembre) está organizada por sendas Agrupaciones de Rumanos de esta ciudad y patrocinada por el Ayuntamiento ilicitano.
Consistirá en la actuación de un grupo folklórico rumano, recitación de poemas de Miguel Hernandez y la degustación de platos típicos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Qué es la Iglesia ortodoxa?




Para unos, la Ortodoxia podría rememorar la forma familiar de la catedral de la Plaza Roja, para otros sus vacaciones en la Islas griegas. Para nosotros, la Ortodoxia es sencillamente la "Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica", tal cual lo confiesa nuestro Credo. Creemos que hemos mantenido libre de alteraciones la fe de la Iglesia primitiva - no habiendo jamás quitado o añadido algo, lo que no cuadra con la tradición de la Iglesia. Creemos equivocado lo de alterar el Cristianismo para ponerlo de acuerdo con unos disminuidos criterios morales o con lo políticamente correcto.


Para nosotros, la teología no consiste en diversión intelectual, porque Dios puede ser conocido sólo por los que son capaces de conocerle. Así que las fuentes principales de la teología ortodoxa son los escritos de los Padres, cuyas mentes y cuyos corazones han sido purificados por Dios a través de la oración y el ascetismo. Tal como lo decía un monje del siglo IV: "Si rezas de verdad, eres un teólogo".

¿Uno de nuestros más grandes tesoros se encuentra en la tradición litúrgica. Nunca ha sido alterada y refleja la experiencia espiritual de muchas generaciones. Creemos que los servicios de la Iglesia son, por encima de todo, una revelación de la Belleza Divina. Cuando a finales del siglo X los enviados del Príncipe Vladimir presenciaron en Constantinopla el servicio ortodoxo, testimoniaron así: "No sabíamos si estábamos todavía en la tierra o si en el cielo porque en la tierra no existe tal visión o belleza, solo sabemos que Dios está presente allí entre los hombres".


Ésta ha sido la experiencia de muchos otros hasta cuando siguen el culto en un ambiente humilde como es el de muchas de nuestras parroquias.

La Iglesia ortodoxa preserva la tradición espiritual vista como medio para alcanzar la santidad - el ideal de cada cristiano. Esta en gran medida ha sido preservada por el monaquismo Bizantino. Los escritos de los Santos Padres nos permiten compartir su experiencia espiritual y también nos permiten descubrir nuevas perspectivas en nuestra búsqueda de la vida con Dios. Una parte importante de esta tradición consiste en la Oración de Jesús: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mi, pecador". Esta oración es importante en cuanto el poder y la energía de Cristo están presentes en Su Nombre y a través de una devota repetición de esta oración uno puede conseguir maravillosos dones.

El ayuno en la tradición ortodoxa no se ha quitado para producir una versión "light" de Cristianismo. Creemos que tenemos que controlar nuestro cuerpo y no viceversa. Hay largos períodos de ayuno (Gran Cuaresma, Adviento etc) en los cuales los feligreses se abstienen de comer carne y productos lácteos. El día en que recibimos la Santa Comunión, antes nos abstenemos por completo de comer y beber. Mientras no todos pueden en la misma medida cumplir con las normas ascéticas, el ideal ascético sigue el mismo para todos.


Preservamos la tradición de pintar (escribir) y de venerar iconos. Según nosotros, un icono no solo representa a un santo o a un acontecimiento sino que revela el Reino de Dios. Algunos iconografos, como Andrey Rublyov, son venerados como santos,
porque sus iconos no solo testimonian de las habilidades del pintor de iconos, sino también de la profundidad de su visión espiritual.

No pretendemos convertir cristianos de otras denominaciones a la Ortodoxia mediante una labor proselitista, no obstante nuestras iglesias están abiertas a gente de todas naciones y de toda procedencia, porque Dios "quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Timoteo, 2, 4).